La
Menopausia es un momento de la vida de la mujer caracterizado por el cese de la
función ovárica. A pesar de no ser una enfermedad, provoca en la mayoría de las
mujeres, síntomas molestos que alteran la dinámica social y laboral.
La
menopausia se sitúa alrededor de los 51 años, y se produce porque los ovarios
van perdiendo gradualmente la capacidad de producir hormonas femeninas, estrógenos
y progesterona, encargadas de regular el ciclo menstrual.
La
pérdida hormonal no se suele producir de forma brusca. En la mayoría de las
mujeres se da un primer periodo conocido como Premenopausia, que puede durar
alrededor de 5 años en mujeres sanas, no fumadoras y con un bajo nivel de estrés.
Como
consecuencia de la disminución de hormonas, el cuerpo experimenta una serie de
cambios que pueden afectar tanto al ritmo físico de la mujer, como son la
prolongación de la etapa entre menstruaciones, los síntomas vasomotores, la
sequedad en la piel y mucosas (también en la vagina), el cambio en la distribución de la masa corporal y el inicio de
un incremento en el ritmo de pérdida de la masa ósea; como a aspectos
psicológicos de su vida, produciéndose cambios emocionales, depresión, ansiedad
o pérdida de la capacidad de atención.
Durante
esta etapa se van a producir una serie de cambios en la figura de la mujer,
provocados por cambios metabólicos que suelen producir un aumento
de la grasa corporal. Ahora el cuerpo necesita menos energía para
seguir realizando sus funciones básicas.
Sobre todo se reduce la termogénesis de los alimentos, es decir, el gasto energético producido por
la digestión, absorción, distribución y almacenamiento de los nutrientes que
ingerimos.
Además,
no hay que olvidar que nos encontramos en una etapa donde la situación de
nerviosismo es muy frecuente. No se descansa bien en muchos casos, y esto
genera un aumento del apetito, apetencia por dulces, ganas de picar entre
horas, etc.
En
este momento el cuerpo tiende a ganar peso y no a perderlo, y por eso el primer
objetivo tiene que ser estabilizar el peso. Una vez conseguido ya se puede
plantear una bajada gradual de peso.
Es
importante que se conozcan estos cambios que se producen en esta etapa de la
vida. Hay que entender que son cambios naturales que hay que aceptar con
madurez para poder marcarse objetivos realistas y saludables.
La
alimentación deberá seguir los patrones de una dieta equilibrada basada en la
dieta mediterránea.
- Los hidratos de carbono deben constituir la base de la alimentación. Las raciones deben ser ajustadas de forma personalizada teniendo en cuenta diferentes aspectos individuales: edad, talla, actividad física, tolerancia a la glucosa…
- Las frutas y las verduras nunca pueden faltar, no hay que olvidar que son una fuente importante de vitaminas, minerales y fibra.
- Hacer una ingesta adecuada de proteínas. Merece la pena recordar que la proteína del pescado tiene ciertas ventajas frente a la de la carne, porque es menos calórica y aporta ácidos grasos omega 3. Hay que controlar la cantidad de grasa y sobre todo su calidad. Preferiblemente que sea insaturada (aceite de oliva), frente a la saturada (coco, palma, grasa animal)
NO DEBEN FALTAR
§
Alimentos
ricos en Calcio: puesto que tiene
un papel crucial en la prevención de osteoporosis posmenopáusica. La principal
fuente de calcio son los lácteos, que además, también son una fuente importante
de vitamina D, proteínas y fósforo, que son los elementos que ayudan a que el
calcio se absorba y se deposite en los huesos. También encontramos cantidades
significativas de calcio en conservas de pescado, espinacas, col, berros,
brócoli, acelgas y en algunos frutos secos cómo las avellanas.
§ Alimentos
que tengan vitamina D: interfiere en
la fijación del calcio en el hueso. Son una fuente importante las angulas,
conservas de pescado, hígado, arenque, queso magro, leche, yogur...
ALIMENTOS RECOMENDADOS
Porque aportan
efectos muy beneficiosos en esta etapa de la vida de la mujer:
§
Soja:
Su efecto beneficioso se debe a su contenido en isoflavonas, estas ayudan a la
regulación de los estrógenos en el cuerpo cuando esta hormona empieza a
declinar o a fluctuar. Su consumo mejora los síntomas climatéricos,
especialmente los sofocos y sudoración. Fortalece el estado de la masa ósea.
Con la menopausia desaparece el efecto protector de los estrógenos sobre el
hueso y se altera el equilibrio entre la formación y destrucción del mismo,
predominando este último. Además, protege a nivel cardiovascular puesto que
tiene acción antioxidante.
§
Productos ricos en Calcio: Se aconseja su consumo para
garantizar un aporte adecuado de calcio. No hay que olvidar que es un mineral
que endurece y fortalece los huesos, protegiendo así de la osteoporosis. En la
menopausia se altera el equilibrio entre la eliminación del hueso y renovación.
Si ese desequilibrio se mantiene en el tiempo se pierde mucha masa ósea
llegando a un grado de osteoporosis muy arriesgado. Cuidando la ingesta de
calcio y de vitamina D conseguiremos prevenir la excesiva pérdida de masa ósea.
ALIMENTOS CONTRAINDICADOS
Numerosos
estudios han demostrado que el consumo de tabaco
aumenta el riesgo de osteoporosis. Puesto que nos encontramos en una etapa de
especial peligro para padecer esta enfermedad es lógico que se aconseje evitar
su consumo.
En
el caso del consumo de café
hay más discordancia. En principio se asocia a un mayor riesgo de padecer
osteoporosis puesto que un consumo
elevado de cafeína interfiere en la absorción de calcio. Aconsejo que no se
abuse mucho de su consumo, al igual que del té. No olvidemos que son bebidas
estimulantes y nos encontramos en una etapa
donde el sueño y el descanso se ven alterados.
Tampoco se aconseja el consumo
de refrescos de cola porque
uno de sus componentes, el ácido fosfórico, interfiere en la absorción de
calcio fomentando la descalcificación ósea. También cabe señalar que no hay que
abusar del alcohol porque favorece
la descalcificación ósea, sin embargo el consumo moderado de vino tinto (máximo
de 5 copas semanales), mejora la sintomatología asociada a la menopausia,
debido a su alto contenido en taninos.
EJERCICIO FÍSICO

Sin
duda existe una relación positiva entre la masa ósea y el ejercicio físico ya
que éste contribuye al incremento y mantenimiento de la masa ósea, previniendo
de este modo la osteoporosis.
Uno de los
mejores ejercicios que existe es caminar, si se hace regularmente, tres veces a
la semana durante aproximadamente una hora aporta muchos beneficios:
- Ayuda a mantener el peso e incluso disminuirlo si es necesario
- Ayuda a eliminar sustancias de desgaste
- Mejora la movilidad del intestino
- Reduce la fatiga y el estrés
- Controla la aparición de enfermedades como la diabetes mellitus
- Aporta beneficios cardiovasculares…
A
la hora de planificarse hacer algún tipo de deporte conviene consultar a un especialista,
es fundamental que se tenga en cuenta el estado de la persona para realizar un
deporte con el nivel idóneo para evitar lesiones.
DIETA
Una
mujer en esta fase debe reforzar el calcio y vitamina D, pero en general su
patrón alimentario es el mismo que el de la población en general. Damos algunas
ideas para un menú equilibrado.
ü Un buen desayuno debe incluir de Lácteos (Un vaso de leche desnatada o
semidesnatada / 2 yogures desnatados /
queso fresco), cereales (Pan integral, galletas tipo maría, cereales no azucarados)
y fruta natural o zumo.
ü A Media Mañana, podemos completar los lácteos. Así, se puede tomar un
yogur desnatado con fruta o un café con leche.
Acompañado de galletas o biscotes con queso de Burgos, jamón York o
pechuga de pavo. Otra posibilidad sería un montadito de atún con tomate.
ü La
Comida debe ser rica en todos los
grupos de alimentos, pero controlada en calorías. De primer plato elige entre
ensaladas o verduras en cantidad abundante, o bien pasta, arroz o legumbres
(una o dos veces a la semana). En los segundos toma las proteínas: carnes
magras, pescado azul o blanco, huevos… acompañados con una guarnición de
verduras o patatas cocidas, panadera, asadas… En el postre, un lácteo desnatado
o fruta.ü La Merienda es una buena oportunidad de completar las raciones diarias recomendadas de frutas, cereales y lácteos. Se pueden tomar las mismas ideas que en la media mañana, pero ajustadas en cantidad a la actividad de la tarde.
ü En la Cena se deben escoger alimentos de fácil digestión para garantizar
que el descanso nocturno sea reparador. Es importante tener en cuenta los
alimentos tomados en la comida para evitar que sean los mismos, la alimentación
tiene que ser lo más variada posible. Se puede seguir el mismo patrón que en la
comida pero en menores cantidades, y elaboraciones más ligeras.
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