Hoy en día tenemos muy en cuenta que el abuso de Grasas
Saturadas en nuestra dieta puede tener un efecto perjudicial en nuestra salud.
Sin embargo, no tenemos tan en mente que existen otro tipo de grasas mucho más
peligrosas para nuestro organismo, las Grasas
TRANS.
¿QUÉ SON LAS
GRASAS TRANS?
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Configuración Trans |
Durante la hidrogenación, gran parte de las grasas
poliinsaturadas se convierten en saturadas; así se consigue modificar el
aspecto físico de los aceites, que pasan de un estado líquido a uno sólido.
Este proceso aumenta la vida útil de los productos, potencia
su sabor y mejora su textura. Además la adicción de las grasas hidrogenadas al
producto abarata los costes del mismo, lo que se traduce en mayores beneficios para
la empresa productora.
¿QUÉ ALIMENTOS
CONTIENEN GRASAS TRANS?
Las Grasas Hidrogenadas se usan en la elaboración de
múltiples productos. Evitar su consumo es complicado, ya que forman parte de
muchos alimentos.
Se encuentran con frecuencia en snaks y aperitivos salados
(palomitas, patatas fritas, etc), en productos precocinados (empanadillas,
canelones, croquetas o pizzas), en galletas, margarinas y en la bollería industrial.
Por ello, si se consumen este tipo de productos con frecuencia, es interesante
valorar la composición nutricional de los mismos.
Para identificar si un producto contiene o no este tipo de
grasas, debemos saber leer el etiquetado nutricional de los alimentos. En la
lista de ingredientes aparece si el producto contiene Grasas Hidrogenadas o
Parcialmente Hidrogenadas, lo que es indicativo de que el producto puede tener Grasas Trans.
La etiqueta
de Grasas Hidrogenadas hace
referencia a que esos ácidos grasos han completado el proceso de hidrogenación.
La hidrogenación completa convierte las grasas insaturadas en saturadas, pero
es más difícil encontrar ácidos grasos Trans.
La etiqueta
de Parcialmente Hidrogenado es
indicativo absoluto de que ese producto va a contener Grasas Trans.
Así, la cantidad de Grasas Trans va a depender del grado de hidrogenación,
y este únicamente lo conoce la empresa productora.
CONSUMO DE
GRASAS TRANS
Su consumo esporádico, en una dieta equilibrada, no va a
provocar consecuencias negativas para la salud.
La problemática de su consumo viene dada por un abuso
continuado en la ingesta de productos que contengan este tipo de grasas; ya que
además de favorecer un aumento de peso, van a disminuir la salud del consumidor
de manera continuada en el tiempo, puesto que los efectos del abuso de estas
grasas aparecen a largo plazo.
El estudio de los efectos de las Grasas Trans en el
organismo, ha demostrado que altera negativamente los niveles de colesterol en
nuestro cuerpo. Este tipo de grasas aumenta los niveles de colesterol y
triglicéridos en sangre. El efecto que tienen en el colesterol es mucho peor
que el de las grasas saturadas, debido a que disminuyen el “colesterol bueno”
HDL y aumentan el “colestero malo” LDL.
El consumo
continuado de Grasas Trans no solo afecta al colesterol. Se ha demostrado que
tiene el efecto de retrasar el crecimiento y la maduración del cerebro. Las
grasas son esenciales en nuestro organismo, ya que forman pare de la membrana
de las células, y estas grasas forman paredes defectuosas.
Por otro lado aumentan el riesgo de padecer diabetes tipo 2,
sobre todo en mujeres.
En conclusión, las Grasas Trans son aún más perjudiciales
para la salud que las grasas saturadas propias de la carne, la mantequilla y de
algunos productos lácteos. El exceso de Grasas Trans favorece la aterosclerosis
(estrechamiento de las arterias que dificulta el paso de la sangre), por lo que
resulta peligroso para la salud del corazón y las arterias.
Por tanto, es recomendable revisar el etiquetado de los
alimentos y no abusar de aquellos que contengan este tipo de grasas. Conviene
sustituirlos por repostería casera que, aunque también presenta un importante
contenido calórico, pueden prepararse con grasas saludables como aceite de
oliva, y pueden incluir ingredientes tan sanos como la fruta o los lácteos.
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